lunes, 17 de septiembre de 2012

Después de la tormenta

Solo paz, serenidad, bonanza... que gran sensación!!!

jueves, 13 de septiembre de 2012

Esto también pasará.

Sabias palabras "esto también pasará".

Estuvieron en mi mente cuando estuve tres días en cama sin ver mi rostro, sin sentir mis manos, sin probar alimento alguno, por los síntomas de la varicela y están ahora cuando no siento tu mirada, ni tus manos, ni tus besos... ¿esto también pasará? la varicela paso; me consuelo pues entonces, esto también pasará.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿Masoquismo?

¿Y en realidad disfruto del dolor que siento al verte? hay ocasiones en que así lo siento y en otras solo quisiera arrancarte de mi mente. ¿Cómo habría de disfrutar si no estas junto a mi? ¿cómo obtener satisfacción de algo que duele tanto? Aún así me mortifico a cada instante preguntándome si pensarás en mí, si tus ojos alguna vez notarán que existo...

lunes, 10 de septiembre de 2012

Y que hay de cuando te sientes cucaracha aplastada...

¿Por qué?
 
Hay tantas razones para sentirse así, pero no es como cuando cometes un error y dice "tragame tierra" no, más bien me refiero a ese sentimiento que tienes al saber que hiciste todo, hasta lo imposible porque las cosas salieran lo mejor posible y ¿qué obtienes a cambio? nada, absolutamente nada, no hay alguien que lo note, no hay alguien que te escuche, no hay alguien que comprenda el verdadero sentido de lo que intentaste hacer o mejor dicho de lo que hiciste; nadie ve el gran esfuerzo que realizaste para conseguir las cosas y entonces es cuando de estar en las nubes porque según tú había hecho lo mejor y habías concluido con tu meta te viene esa sensación, esa opresión en el corazón, ese profundo pesar por no ser recompensado por lo que para ti era genial... pero ¿por qué llegar a tener esa sensación? ¿por qué permitirnos sufrir por no sentirnos recompensados? pues por esperar, siempre esperar la aceptación de los demás, por no confiar ni creer en nosotros mismos, por no darnos la oportunidad de crear un valor propio.
 
Que diferentes serían las cosas si actuaramos solo con el corazón, por la simple razón de hacer lo que nos llena el interior, por luchar por lo que nos nutre el alma y nos da solo sensaciones de felicidad, por no esperar a ver qué dice la persona de a lado, por no  querer convencer a los demás de que nuestras acciones son las correctas sino simplemente por hacer las cosas con el corazón y para el alma...